BODAS, BAUTIZOS, COMUNIONES….QUÉ FUE DE ELLAS?
¿Qué os cuento?. Este confinamiento ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas, no tengo que venir a descubrir nada nuevo. De repente, sin que nadie nos avisara, el mundo como lo conocíamos se paró, y nosotros de alguna manera, lo hicimos con él.
Rarezas de la vida.
Hasta ahora, la mayoría de las cosas que solíamos hacer, las que estaban dentro de nuestro ámbito cotidiano, decidíamos nosotros el cuándo. Ya no. Y no digámos la parafernalia (tan necesaria por otra parte) que hemos tenido que liar, y que continuará de alguna manera, para ir a comprar. Sí, comprar. Las calles desérticas, mascarillas, colas en silencio, la orden de los guardas jurado (benditos también ellos) diciendo que podíamos entrar. Aprovisionarnos y limpiar.
Otra situación que ha surgido ha sido “asunto peluquerías”. No soy yo muy amiga de las peluquerías, pero al final fue más que necesario. Y allí, mientras esperaba a que el tinte “me subiera” ocurrió algo que no había caído en la cuenta, y que lógicamente era normal que sucediese.
Peluquera 1: ¿Oye Lourdes? ¿Y mi despedida de soltera?
Peluquera 2: Maribel, no sé de qué me hablas.
De repente caí en la cuenta de todas la anulaciones que ha supuesto. No sé si afortunadamente o desgraciadamente, pero este año no tenía ningún tipo de celebración tipo boda, bautizo, comuniones y por descontado despedidas de soltera que por cierto, no he estado en ninguna y eso que yo daría mucho juego. Así que dicho esto, invitadme por favor.
Empieza mi conversación con Maribel. Me cuenta que se casaba en junio. Lo ha tenido que trasladar a junio del 2021. Todo igual excepto algunas cuestiones como invitaciones, fotografías, que para los restos vendrá marcado el 2020 y repetirlo supondría doble de coste y tal como están las cosas hemos hecho un cursillo acelerado de lo necesario y lo que no lo es. Algo bueno hemos sacado.
Ella dice que ese día se va a poner super guapa y se lo va a pasar pipa aunque sea en su casa. Como tiene que ser.
Sigo la conversación con Lourdes. Le pregunto. No suelta prenda. Pretenden por lo visto liar una buena.
Como tiene que ser también.
¿Cuántas bodas se habrán anulado?
Todo lo que hay detrás de ellas, toda la preparación parada de una manera drástica. Pero todos lo hemos comprendido y sabíamos que era necesario. Y sabemos que volveremos a retomar donde dejamos todo lo que ha quedado en el aire.
Bautizos igual, lo comprendemos y los bebés pues felices que es lo que les toca. Ajenos afortunadamente.
¿Y las comuniones? Eso es completamente diferente.
Habrán entendido la nueva realidad, seguro. Los niños han sido unos campeones. Han aceptado la situación de una manera serena, tranquila. Ha sido un tiempo de estar continuamente en casa. Hábitos nuevos que los han hecho suyos a velocidad de vértigo. Sí, ¿pero y sus cabecitas? ¿Qué piensan? Yo no lo sé. Me gustaría saberlo. No conozco a nadie.
¿Alguien podría contármelo por favor?